PURA VERDAD...


INDULGENCIA


Te bautizaré comarca fiel,
te quitaré las placas que tenías,
te pondré algo de piel
pariendo cada gozo epitelial
que me hallas ofrecido sin rencor,
por no haberlos vivido
en otro tiempo
cuando el favor dejado por los labios
en cuerpo de mujer cara y vivida
perfecto desde el sexo hasta mi tacto,
que mereció un ser y dar
mucho más amplio,
mucho más bosque,
más destilado pecado,
y no fue por la gracia
 de su nombre
destino,
traslación, 
viaje,
discurso
o simplemente
un viento que pasó
con su sutil coraje enajenado
y la privó de ver ese sombrero
que recogía yo del mismo suelo
en el momento exacto
en que la tarde
mencionaba su nombre
gris,
latino,
al oído cerezo del destino,
que hoy te hizo el amor,
sin detenerse
veinticuatro horas 
con todos sus minutos,
vestido de italiano,
que te digo,
es decir,
desnudo como el humo del tabaco
o igual que ese vapor 
del capuchino,
que espera en la mesita
del aun no compartido desayuno

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
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Comentarios

  1. Entonces, por la destilada sapiencia de tus dedos, obrando como Juan en el río, dando nombres nuevos a cada visión perdida, a cada hora de tedio por no haber sido mayor y más explícito el itinerario del destino, quedará el café matutino humeando por los siglos de los siglos, esperando como único testigo del amor que se viste con ropa nueva sobre piel antigua, ay amor que no hay camino que a ti no lleve, ni tierra yerma que tus versos no fecunden...

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  2. Que sea como quieres bella Europa, pero alárgalo aun más y allí me esperas, destinación sin tiempo pero en la segura sapiencia de tu voz...

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