SABEMOS DE HÉROES Y DE HIMNOS…


SEMBLANZA DIURNA

LUZ DENTRO

Hablemos del vigor,
está el que al respirar nuestro pulmones
acaba de llenar con un impulso,
sólo es abrir la fosas y halar,
kinesis- cinemática- dinámica,
palabras deletreadas con simpleza
pero nacidas ayer de aquel enigma,
fundado por egipcios y por griegos,
cuyo enclave de números perfectos
traslada lo impreciso a lo medible
con apenas trazar puntos visibles…
Hablemos de la fuerza y su vector,
la línea ya presente en el dibujo,
que parte de un lugar y luego asumo
por vocación dirige intencionada
la fuerza que la mueve hacia otro punto,
desde A hasta B
trazamos una línea,
y sumando al recorrido sus obstáculos
hallamos aritmética en lo simple,
en lo llano y sencillo maleficio…

Hablemos del poder,
pero no del usado para hacer
que pase todo lo ajeno hasta mi mano
y yo me quede con el
sin que otro pueda por fuerza arrebatármelo,
de ése poder no, hablaremos mejor
de ese casi invisible que aparece
para en ese mismo sitio convencerse
con nosotros al tiempo de que todo
es factible de a poco mejorarse,
aunque luzca perdido, embolatado,
y tengamos los ojos y hasta el alma
llorosos,
con pesar,
encalambrados,
el mundo cuesta abajo se presenta,
guerras, maldad, demencia por todo lado,
en la propia conciencia
no existe claridad tan sólo flema,
de lo que antes fue bello nada queda
el pájaro sin trinos ahora canta,
madrugadas en grises sin naranjas,
positivos que no son lo que aparentan
y que traen destrucción
tras el gesto fatal de la careta…

Hablemos si queréis sobre el poder,
o bueno, del genérico, la fuerza,
que en el siguiente paso ha de tener,
la oscuridad perpleja de este ciego
para sabiendo que todo es dirección
conservar el sentido de su paso,
a derecha, a izquierda, por el centro,
oye bien,
este camino abierto,
no eres nada para nadie,
conserva la mesura y el sustento,
a derecha,
a izquierda,
por el centro…

El ciego de la silla se levanta,
abre un poco la boca, su bostezo,
con la fuerza que ciñe su bastón
envía luego su paso
en el oscuro fuero cincelado
el aire ante su fuerza se detiene,
ante él dobla rodilla el firmamento…

JOSÉ IGNACIO RESTREPO Copyright ©
• Reservados todos los derechos de autor

Comentarios

  1. Hablar por hablar entoces, o porque obliga el arte al poeta a bien comprometerse, usando de su bien arma oportuna, para denunciar y acaso remover conciencias, de lo tácito hacer ciencia y de lo trsitemente explícito una perla de poema... este nuevo recorrido tuyo es placer tan insondable que habré de llegar al fondo para poder de nuevo encontrarme... qué poema inmenso!!!

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  2. Como el ciego de la evidencia...Yo mismo no sé sobre el camino que mis pie destilan, si por bien o por mal lleva, y así voy pegado de las tácitas presencias que llegan ataviadas sólo de aire y de palabras tiernas cual las tuyas, Europa mía, que son para mi mapas aunque sus líneas vea o intuya apenas mi querida...Gracias amor..

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