POLARIDAD / Poesía de José Ignacio Restrepo

CUMPLEAÑOS


Las cinco velas 
apagadas en la torta,
la feliz madre vigilando todo,
el niño con las manos ocupadas
toda su vida es solo una canción
llena de baile, regalos y emoción...
Este recuerdo sin tacha
es tan lejano,
cuando le llegan los quince
y ya es muchacho,
la calle hiede de penas e ilusiones
ganadas día con día y mucha fuerza,
tiene en la mano una nueva cauchera
de tres tensores, 
lo que quieras poncha,
en sus ojos de rebelde cazador
cabe incluso un haragán o un impostor,
y los años que hacen fila por venir
traen sin duda el desahogo elemental,
que cualquiera puede ahora elucubrar
no saldrá bien, ni regular,
sino remal...

Por eso 
no me quemo yo las manos
cuando veo tanto pibe aletargado,
y me lleno de tristeza nauseabunda
si a la guerra los veo ya partir,
en los ojos aprecio nazarenos
que irán a dar la vida en el terreno,
por una causa conocida poco 
que a veces sabe a lucha
fratricida,
y otras a rochela en sangre fresca,
para que pueda todo suceder,
el capital rodar hacia los bancos,
los de arriba subir otro escalón
para que no se salve ese montón,
que come mucho arroz y poco pez
con la mano que recuerda
alguna vez,
se persignó doliente y respetuoso
ante un Cristo quieto y ojeroso,
que veía con él como se entierra
el mundo de la sal
y de la guerra...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Comentarios

  1. En verdad amigo mío que pones bien difícil a veces dejarte un comentario coherente o minimamente acertado, ciertamente dejas dos poemas y un mismo recado, bien... Uno empieza a leer y puede ver, esos primeros años, de Hemingway, o de Virgina, de Hesse, de Coppola o de Henri James, de mi admirada Amy Lee, de Sting o Peter Gabriel, Goya, Mozart, Van Gogh, Da vinci, Miguel Angel... de tantos genios y artistas ya por la historia ponderados; alcanzar la empatía con la mirada de sus pupilas... entonces, en la siguiente estrofa aparece la peor de las mezquindades, esa consensuada cordura que mantiene al ser humano como orate adiestrado y bien domado sin que pueda ser capaz de entender que la locura más insana es precisamente esa incapacidad de ver... viven la justicia, la razón y la virtud, encerradas en hospitales psiquiátricos... Ay Jose, ciertamente no acaba donde empieza, pero si empieza donde acaba...!! abrazos desde el alma.

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    1. Pero es domingo y ruedan las quinielas, el mundo aprecia ese tono resentido pero siempre aprecia más la democracia, el espectáculo sin ropa y sin mordaza, la caridad que dota en pan y agua a toda calle de su tono carcelario...El mundo es una concha milenaria, donde abunda la guerra y el suicidio, la falta de memoria es un martirio para los que vivimos del recuerdo, hasta para forjar una ilusión que combate en la arena ante un millón, por ganar la noche y estar viva...Gracias Carmen,por asistir a este poema, con tu alma sin venda y los ojos que en ti son un poema...Abrazos, preciosa...!!

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