PENSAMIENTOS DE LUNES... Poesía de José Ignacio Restrepo

TERCO


Etérea sensación de perder la cordura,
por ver a los demás llamados semejantes,
recorrer esa ruta brumosa equivocada
donde pierden su todo apostándole a nada,
maduros van hablando perfectas tonterías
señalando los puntos importantes y sacros
de los negros asuntos que ya tienen por dogma,
día a día ejerciendo como autos de choque,
tu también los has visto y después miraste lejos
a la pista con su auto penetran con la única lid
de acabar con aquellos que al frente se les pongan,
para hacerles de algún freno,
para evitar que lleguen
con el motor en ON
cuando la fiesta merme...

Me quedo hipnotizado mirándoles probar
sus sapiencias de más tomadas de algún libro,
repiten como loros que están agradecidos
por tener como hollar el camino que es suyo,
valientes anatemas que pierden esa opción
de nada preguntar pues solo es importante
aquel asunto simple que vive sin alarde
en el fondo sin nombre de tu espíritu sereno,
allí nada es ajeno, ni oscuro, ni probado,
allí todo está claro pues nada allí se niega,
hay vítores de flautas cuando la luz se hace
en torno a lo que antes generó vil pregunta,
la vida se hace hoy el antes fue un aspecto, 
un hoy que se ha marchado donde antes vivimos,
quien del pasado se nutre para mirar su después
tendrá gran frío en la piel y preguntas siempre abiertas
ninguna paz llegará al que de tal modo obra,
y su paso torcerá pues sus ojos van nublados,
verá su sueño alcanzado irse en medio de la noche
sin poder hacerle un broche en su mente y en su piel,
valdría más hacer cerca campamento con la muerte,
marcharse sin avisar, sin cantar y sin vivir,
el hoy es todo lo que hay lo demás aun es frontera
y allí irás sin pasaporte cuando el presente lo quiera...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO 
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Comentarios

  1. me faltó voz para este, obviamente por lo inmenso, por lo elocuente, porque deberías leerlo tú sobre algún estrado conocido o por conocerse... Señor poeta yo hubiera pagado por tenerlo de maestro en la escuela, en la clase de civismo y buenas maneras, o en cualquier otra... grande!!

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    1. Auditorios de una sola presencia equilibrada, que tuviera el deseo de encontrar una joya, en el vientre imperioso de la palabra aorta halle ahora el sigilo impuesto por el viento, sobre el grano de trigo, o una voz que aplaudiera con su muda mirada, que teja versos sacros ante pieles diversas, en aspectos grabados de letrada elocuencia, colores que vetamos porque pardos se visten, quisiera yo acaso una voz literal, de frenética impronta y gusto sin igual, preguntando desde el alto al piso del salón: Dígame profesor, ¿qué materia es ésta, que no tiene ya alumnos que hagan bien la tarea de hacerse alguna vez, la pregunta fecunda que horade su silencio...? Gracias Carmela...

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