HONOR AL MOTIVO Y LA RAZÓN / Poesía de José Ignacio Restrepo


COMO PÓLEN


Gastada fiebre que apenas comulgas, 
de cerca hasta el oído y hasta el alma,
al origen de aquellos que te sudan, 
palabra repujada e impoluta, 
restregada de pan como alimento, 
anochecida, de adelanto dada, 
castigada o atada de ti misma, 
en orden funcional de aparición,
con tu nombrado afán de irte ya mismo
o quedarte como rayo de sol
en algún horizonte que pintemos,
cuando a cantar llorando te llamemos
a nuestro altar y nuestros mil quebrantos...
Deben ser hasta bellas las congojas, 
si crece su sentido hasta entenderlas,
con la sed macondiana en toscas manos
y la recia virtud de dar perdones
a todo lo que llega a golpearnos,
palabra circuncisa y delicada
que se dice sin pensarla antes,
de sonido taimado, inoportuno, 
brotada de una boca conocida
golpeas nuestros oídos ocupados
por los ecos vivos de otros labios, 
ésos que ya tu amaste a contrapecho,
que estuvieron agrupados a tu piel, 
pintándole quimeras entre gozos,
y se fugaron con un desconocido
apenas, solo ayer, que no te miento,
colgada, extendida, sonrosada,
desgajada sin más en gruesos hilos
iguales a los tenidos por la punta
al bordarte palabra, al darte voz,
allí tan cerca de un jardín sembrado,
donde gritaban dolores y alegrías,
cuando hablamos de olvido tú y yo,
mirando esos recuerdos matutinos
que salieron atados cual marchantes,
padres, madres, hermanos 
que se fueron,
dejando sus palabras olvidadas
danzando sin casi música ni paz,
en los bordes ajenos de las cosas,
bailando en frente nuestro,
nada más...
 
 
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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Comentarios

  1. La palabra, sea de afecto, de presencia, de justificar una ausencia...siempre eternamente será una irremplazable necesidad que arma puentes, cuerda que ata las tristezas, y da luz y brillo a la alegría. Palabras que retumban en nuestras mentes, dichas por esos amores que se nos adelantaron en el camino a la muerte. Otras dichas en cinco minutos de furia que destrozan todo, cual misil al alma. Me llega hondo tu poema, palabras de fuego quemaron mi voz, y me han dejado muda, hecha hilachas de una alfombra roja, que un día fue. Es terapéutica la poesía, me has sacado brasas del alma...recobré con tu poesía un trocito de mi voz. Palabras van tejiendo palabras. Gracias por esta belleza. Te abrazo poeta...!!

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    Respuestas
    1. ...bote de remos, urgido por la corriente que navega al mar, eso son, henchidas de tu amor y de mi amor, las palabras, las tenues, las sombreadas y las áridas...mucho más las fecundas que rondan hoy, ahora mismo, esa piedra con su abismo adentro,con los azules de tórrida secuencia, adosados al gran Mediterráneo en el solano Peñon de Gibraltar...Gracias por venir querida Mariela, raspo lumbre de rojo con tu atenta voz...

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