ESCENA DE DIARIO / Poesía de José Ignacio Restrepo




RECICLADORES


Una sombra ante mí
cual elefante...
Con respeto los miro en su quehacer
dando forma a todo lo que tienen,
él amarra y ella le sostiene,
las doscientas botellas y el cartón,
que les pagan donde  todo esto reducen
sumando cada kilo de la carga...
justo anoche cuando ambos llegaron
esta escuálida cama y fiel cubil,
la férrea carretilla
que ahora mismo,
sostiene lo que son
del precipicio,
era un mueble con ruedas y vacío
que les servía de lecho bajo el cielo
con las estrellas como fondo inmenso
y una cobija vieja quita fríos,
sobre sus fuertes cuerpos
hechos uno...
Ahora mismo cuando ya se apuran
pues todo lo posible han recogido,
montan ese producto del trabajo
hasta hacer de ese mueble
un elefante,
mientras tiene en los labios el cigarro,
él sonríe mirando mi sorpresa,
y luego la levanta sobre todo,
para con ello aquí representar,
que todo lo que quiera le va a dar,
si ella espera paciente 
y le acompaña...

Es la tarde,
ya va cerrando el día...
Cuando la noche caiga por completo,
estos dos habrán comprado ya  su haber,
dos panelas, un kilo de frijoles
el champú, y algo para los dolores,
una carga de arroz, y los fideos,
para comer la carne con los huevos,
estarán en la casa donde guardan
el preciado tesoro
que fundieron,
y de él, de Tomás recibirán
diez mil gracias en dos o tres sonrisas,
no son más por que él tiene reparos,
que hoy le callan o le explican
por los lados...
ellos deben tan solo levantarlo, 
es un bello, seguro entenderá,
qué es pobreza, qué es la soledad,
cuando pasen los meses 
y los años...

JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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