HUMO EN EL ALMINAR... / Poesía de José Ignacio Restrepo



 ISTAMBUL
 
 
Volando,
sujeto fuertemente mi cordón umbilical,
mientras urgido suelto sobre el aire
mis pequeñas escamas somnolientas,
destacadas gendarmes de mi fuerza propia,
selenitas adheridas desde el viaje
de regreso y huida,
a esa siempre soñada
como hogar,
Constantinopla ida de los siglos,
reverente, sinuosa, apellidada
peligro en la mitad de muchos mundos,
estoy volando
mientras mal recito
poemas apócrifos y míos,
mis escamosas alas van dejando
noticias de mi níveo derrotero,
todo noble esplendor fue negro antes,
todo triunfo fundó su nuevo fuero
sobre cientos de ávidos amantes,
reunidos para gestar
sus niños muertos,
sus sueños de rituales acabados,
sus chancros sobre muros muy pulidos
de un brillo extravagante,
mercenario,
todo vuelo como este de mil voces,
de pléyades diciendo y musitando,
con hielo cobre pálidas heridas
se levantó de atávicas, pueriles,
ideas de la vida que no son...

Y la escamosa piel
que se derrite,
mientras el vano esfuerzo repetido
urge a la vida noble a renacer,
este bello segundo
no tiene otro testigo en este instante,
ni otro dínamo que un vatio nuevo plante,
que ese latente y rojo corazón,
que no se inmola más si yo le digo
y se pone a si mismo una frazada
cuando mi voz lo obliga
a tener frío...
sobre todo si viajo sobre mí
en recuerdos e idilios no nacidos,
que hartos de cansancio mal lo dejan,
con la canción que suene
como huella,
del congelado nundo que lo espera
en la rola trivial que se repite
en el caracol atrapado
entre mi oreja...

  JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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