DEL AMOR BIEN LIBRADO / Poesía de José Ignacio Restrepo


BODEGÓN CON SOLEDAD



Sorprende
verla ataviada
con luces de incipiente soledad,
esperando a que llegue un viento pleno
que recuerde en su cara que la vida
está hecha de siniestros y belleza,
de momentos de álgida sorpresa
y minutos de honra por la muerte
que vestida llegó de suerte ayer
para uno que ya
no quería la vida...

Sorprende verla pálida y encinta
con los ojos abiertos más que ayer,
envuelta en el sagrado quehacer
de nombrar en silencio lo innombrable,
tejiendo con agujas ese suéter
para alguien querido,
mientras pasan los autos y el café
se le enfría en las manos...
Juega a olvidar un nombre viejo
que a ella ya la ha olvidado,
contándose las pecas de las manos
en el cuero curtido,
castrado del amor
y ya algo ajado..

Sorprende que vigile sus clientes
en esa calle oscura y peligrosa,
que no se ha vuelto mala o recelosa
a pesar de perder lo más querido
y que aún te sonría para hablar
y no te hable de números en rojo,
que un chiste corto cuente
y se quede a llorar
con el que pasa el puente
varias veces,
sin saber cómo hacerlo...
sin alas es tan difícil volar...

Sorprende que conserve 
el bello nombre
que su madre le puso hace treinta años,
y que la ha distinguido en la locura
de no quererse más,
que los ojos le brillen y sonría
al que la llama puta con razón,
y que llegue a su cuarto a mediodía
por la ración completa de amor puro
que todo ser merece...
y salude a su niña con caricias
mientras paga a la precoz niñera...
y luego estar a solas con María,
cuatro años que no tienen la culpa, 
que no tendrá motivos de llorar...

Sorprende verla bella
levantando a su nena
en el zaguán...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
• Copyright ©

Comentarios

  1. Emotivas y bellas letras, triste vida pero así es, precioso final de tu poema.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares