POR FIESTAS TRISTES
Urgencias,
algo por decir no oigo
en la boca de todos con sonrisas
unas fértiles, muchas sin sentido,
estos días ya dados al olvido
porque no dejan sino llantos tapados,
regada la virtud en verde césped,
las estrellas opacas por el humo
dejan de entregar el brillo cierto
que se anuncia con vigor en tanto libro
llamado por defecto el evangelio...
Es la época que regalo al silencio,
a los ojos ceguera de la mía,
para mi lo que tiene de misterio
para los otros es llana fragancia,
se pierden en orígenes y credos
asesorados por nativos arrogantes,
itinerantes ogros de la tierra,
vendedores de nuevas viejas ya...
Cambiar los corazones de lugar
para no ser tan sensibles y tan falsos,
recordar viejas lecciones que enseñaron
el porqué de sufrir y de ser vanos,
utilizar el tiempo en mejor forma,
dar aliento al quebrado,
ayudar al lerdo,
dejar de criticar como deporte,
afianzar pensamientos compartidos,
leer los ojos de los bellos niños,
para recuperar esa inocencia
que botamos ayer como dolencia
por pensar que sabíamos ya mucho,
de ayer que no supimos nada,
o de mañana, que nada sabemos...
JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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