LOS SONETOS COMUNES / Poesía de José Ignacio Restrepo


TODA SIEMBRA DE DOS


Sea la forma de pedir 
cerrojo y llave al mismo tiempo, 
y todo lo que se nutra del ayer 
el mapa delicado 
para separar la puerta de sus goznes
cuando encerrados están los atributos
que muestran ese ir y ese volver,
como gentil respuesta
a una pregunta,
que demora esta noche en responderse,
porque calla el que suele mal decir
y el que no sabe hablar
hoy dice mucho...
Desdigo del milagro elaborado
que convence al que está desguarnecido,
pues no puede político amuleto
vencer de una manera original,
cuando cautivo está en el pedestal
el seso del que ya cayó servido,
acaso se malogra en la emoción
la verdad que está simple y recelosa,
y aquello que ya dice la canción
está hecho de brillos y de aromas,
y no de esa fricción,
de la memoria,
y de la ardua experiencia de aprender
aquello ya pensado y aprendido...
No puede la torpeza enamorar,
ni enamora el gozo cimentado
en la tardía promesa que bendice,
cualquier sufrimiento que es de dos...
El camino es tan largo como el día
y la viscisitud tan lisonjera,
como el corto pasar dedo con dedo
que reza hablando quedo a la camándula,
y no exige respuesta ni pregunta,
cuando a los pies
cae húmeda y sincera,
una lágrima igual que cien que siguen
sin hacer mella en íntimas reservas
que son amplias,
como el vino entre bodegas
o la harina sembrada en tierras largas
pues no sabe
que en mil bocas sabe a pan
y en mil más tiene dulce
de galletas...


JOSÉ IGNACIO RESTREPO
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